Seguridad en el Túnel de la Cumbre (Isla de La Palma).


El túnel de la Cumbre registra más de 400 incidencias al año, pero no accidentes. Se ha estimado que unas 150 podrían considerarse como situaciones que han generado un riesgo medio para los usuarios del conducto viario, especialmente en los casos de vehículos circulando en sentido contrario o por la presencia de animales en el interior de la instalación. Pero sólo ha habido un accidente en seis años.

El Cabildo ha hecho públicos por primera vez los datos anuales de incidencias ocurridas en el interior del túnel de la Cumbre, obtenidas por la empresa pública Gesplan, que se encarga de la gestión del servicio de control y seguridad del conducto viario más largo de Canarias (2.660 metros). Según el último registro estadístico elaborado en 2008 se computaron un total de 428 incidentes, de menor a mayor gravedad, pese a lo cual el túnel abierto en 2003 se mantiene como uno de los cuatro más seguros de toda Europa.

De las incidencias ocurridas, se ha estimado que unas 150 podrían considerarse como situaciones que han generado un riesgo medio o moderado para los usuarios del conducto viario, especialmente en los casos de circulación en sentido contrario al de los dos carriles unidireccionales del túnel o en la detección de la presencia de animales en el interior de la instalación, lo que ha generado el cierre de la misma al tráfico hasta que se solventaron los incidentes.

Nunca se ha detectado un problema de seguridad considerado grave, en cuanto a la protección de los usuarios, pese a que por este conducto viario pasa cada día una media de 4.000 coches. En los cuatro años en los que el Cabildo ha gestionado, mediante concesión, la seguridad del túnel tan sólo se ha producido un accidente sin consecuencias para los conductores que lo protagonizaron.

En sentido contrario:
Así, en la relación de sucesos de mayor riesgo se contabilizan un total de seis tránsitos en sentido contrario en el último año. Muchos de estos vehículos entran por la boca opuesta del túnel, la de Breña Alta, y circulan en dirección a Los Llanos de Aridane. También están los que ya dentro del conducto dan la vuelta en uno de los anchurones existentes para volver por donde venían. En este caso se suman también los que dan media vuelta en la boca de entrada, por equivocación.

En estas circunstancias, según informan los técnicos operarios de la instalación, lo primero que se hace es cerrar el túnel al tráfico y llamar a la Guardia Civil para que actúe en consecuencia, reteniendo el vehículo hasta que lleguen las fuerzas de seguridad.

Perros, vacas y caballos.- En cuanto a la presencia de animales, en 2008 se contabilizaron hasta 20 intervenciones por la aparición, especialmente, de perros abandonados o de caza extraviados. También se detectaron en varias ocasiones vacas (se registró un incidente por un rebaño de 12 ejemplares) y caballos que paseaban por el interior o la boca de entrada a la instalación.

Al tratarse de una situación de riesgo, también se procede cerrando el túnel hasta conseguir que el animal salga del mismo. En menor medida, la presencia de personas en tránsito a pie y de ciclistas, que también tienen prohibida la entrada, provoca una rápida intervención de los vigilantes, con el correspondiente corte de uno de los carriles de acceso.

Averías y alta velocidad.- Los incidentes que más se contabilizan son las paradas de vehículos en la calzada por averías o por acción voluntaria. En total se registraron 87 acciones de este tipo. A estas se unen las que se corresponden con el lanzamiento de objetos o la presencia de basura en la carretera, poniendo en riesgo la circulación, llegando a sumar 79 incidencias. El resto de acciones irregulares o causas de cierre se refieren a problemas meteorológicos, que han provocado 150 intervenciones, y a trabajos de mantenimiento y señalización (41).

Aunque se pudiera percibir lo contrario, la velocidad de los coches dentro del túnel no se registra como infracción. Se suelen detectar, en la mayoría de los casos, velocidades desproporcionadas, por encima de los 90 kilómetros por hora permitidos. Estas acciones están grabadas por las cámaras y localizadas por el DAI (Detector Automático de Incidencias), pero el sistema de vigilancia no actúa como unidad sancionadora, sino que interviene la Guardia Civil.

Una seguridad ejemplar:

El sistema de control del túnel de la Cumbre cuesta unos 700.000 euros anuales. En el mismo trabajan 10 operarios, 24 horas al día. La joya de la corona es el Detector Automático de Incidentes, con sistema de alerta por voz, un sistema francés que comunica al operador cualquier mínimo problema localizado en el conducto. A estos se une un moderno circuito cerrado de televisión con 24 cámaras fijas en su interior y dos móviles en el exterior, un vídeo grabador y 17 nichos dentro del túnel con sistema de aviso para conectarse con el exterior.
Más información en: www.lapalmaseguridadvial.es
(Portal de información y seguridad vial del Cabildo de La Palma).

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