TUNELES SEGUROS

Dentro de las actividades relacionadas con la atención a incidentes en carreteras, pocas situaciones revisten tanta complejidad y son tan críticas como los accidentes en túneles, sobre todo en caso de incendio. Ante un accidente en un túnel los servicios públicos de rescate y salvamento se enfrentan no solo a un importante reto logístico, sino también a una situación de gran peligro. El riesgo de este tipo de incidentes quedó patente en la primavera de 1999 en los Alpes: en apenas dos meses murieron 50 personas en dos accidentes en los túneles de Montblanc y Tauern.

Túnel de Los Omeyas
A raíz de estos accidentes se implantó una rigurosa legislación europea, que cuenta en España con el Manual de Seguridad del túnel, documento donde se refleja de forma detallada tanto las instalaciones del túnel como las tareas rutinarias y periódicas de mantenimiento y control de la instalación, así como la gestión de incidencias y emergencias. Entre estas tareas se encuentra la realización de simulacros, que forman parte fundamental del control de riesgos a la hora de atender un accidente.

Hace pocas semanas realizamos un simulacro de incendio en el túnel de Los Omeyas de Córdoba, una infraestructura urbana de 276 metros de longitud con dos carriles por tubo, y una incorporación directa al túnel con carril de aceleración, lo que le añade un riesgo de accidente. El túnel tiene una Intensidad Media Diaria (IMD) superior a los 2.000 vehículos y por encima de él cruza la línea de tren de alta velocidad (AVE) entre Córdoba y Sevilla.

Centro de control y túnel cubierto de humo
Por sus características, el túnel está obligado a disponer de las siguientes infraestructuras: centro de control, salidas de emergencia, iluminación normal, detectores de CO2, opacímetros, puestos de emergencia, señalización de salidas y equipamientos de emergencia, señalización según Norma 8.1 y 8.2 IC, semáforos exteriores, circuito cerrado de televisión, sistema informático de extracción de humos (automático y manual), iluminación de seguridad, iluminación de emergencia, ventilación, generadores de emergencia, sistema de alimentación ininterrumpida (SAI), cable para detección de incendios, detección automática de incidentes, paneles de señalización variable, barreras exteriores, megafonía y red de hidrantes.

El simulacro comienza con una llamada de aviso desde el centro de control del túnel. A continuación, la Policía Local corta la circulación lo más rápidamente posible para evitar más accidentes, así como que se pueda taponar el túnel, lo que dificultaría el acceso de los servicios de emergencia. Además, el simulacro se realiza de madrugada para minimizar las molestias a los ciudadanos. Para probar los extractores de humo y el sistema de detección de incendios se dispuso de una máquina de emisión de humo caliente, capaz de producir 350 m3/s. Existen máquinas para producir humo frío pero este tipo de humo no se eleva, lo que hubiese dado lugar a una simulación engañosa. Este humo caliente se fabrica mediante la combustión de una mezcla de aceite y agua, por tanto, para evitar posibles vertidos de aceite se cubrió el asfalto con plástico.

Pruebas de ventilación de humo en el interior del túnel

La emisión de humo se realizó en tres posiciones diferentes para llegar a probar todos los sistemas de detección de humo, denominados opacímetros. Existen dos detectores de opacidad en cada uno de los tubos, colocados en la mitad del tubo aproximadamente. En cada posición se probó tanto la activación automática como manual de los 16 ventiladores. Cuando es automática, los ventiladores se activan a favor de viento, mientras que con el accionamiento manual se probó en dirección favorable a la circulación de los vehículos. Es importante comprobar el tiempo de espera de entrada en funcionamiento de cada uno de los sistemas automáticos y el tiempo hasta la expulsión total de humos.

En el simulacro, los bomberos también comprueban los hidrantes, tanto en el accionamiento como en la conducción de las mangueras para asegurarse que el agua sale con el caudal y la presión necesarios. Otro de los elemenos clave es la comprobación del funcionamiento del generador eléctrico auxiliar ya que es muy probable que un incendio en el interior del túnel dañe la red eléctrica principal. De este modo, tras un apagado general se comprobó que todos los sistemas funcionaban a pleno rendimiento con la alimentación del generador independiente de emergencia. Finalmente, también es necesario realizar pruebas del funcionamiento de los equipos de señalización y aviso, comprobando el encendido, las funciones y el apagado de los semáforos, los paneles alfanuméricos, la iluminación, las cámaras de vídeo, la megafonía y los equipos de SOS.

Trabajadores de Alvac y bomberos participaron en el simulacro

En resumen, el simulacro dejó satisfechas a las partes implicadas, no solo por comprobar que todas las instalaciones y sistemas funcionan correctamente, sino porque resulta fundamental la coordinación entre los diferentes servicios de emergencias implicados (policía, bomberos, protección civil, etc.). Así, un simulacro de estas características resulta de gran utilidad para actuar de forma rápida y precisa en el futuro cuando se produzca algún accidente real, así como para aprender lecciones sobre cuestiones de logística o de cortes de circulación.

ALVAC tiene amplia experiencia en la gestión de túneles en la península ibérica. Desde el año 2004 se encarga del mantenimiento integral del Túnel de los Omeyas de Córdoba. ALVAC cuenta con experiencia en la adaptación de túneles a la exigente normativa europea y dispone de personal con formación de responsable de seguridad de túneles. Podéis ver más fotos del simulacro de Córdoba en la página de Facebook de ALVAC.

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